Talavera de la Reina

En este apartado, quiero ir hablando de lugares mágicos, espectaculares y únicos que he ido visitando y que, si tenéis la oportunidad espero que podáis visitar.

Considero que viajar es importante, abre la mente y enseña muchas cosas sobre otras culturas, tradiciones y aporta mucho al viajero. Lo relaciono con el apartado de educación, ya que aporta a las personas más de lo que nos podemos imaginar.

Talavera de la Reina. Vista desde el puente Romano. Fotografía Sara Coleto

Para comenzar mi viaje, quiero partir del lugar en el que nací y hablaros un poco de Talavera de la Reina. Desde este lugar hago mi maleta y emprendo mi viaje a algún lugar del mundo.

Para quien no lo conozca, está dentro de la provincia de Toledo con unos 89.000 habitantes aproximadamente. Geográficamente está asentado en una terraza fluvial del río Tajo, el río forma un estuario en el que hay dos islas principales, la del Chamelo y la Isla Grande, estando la primera protegida como espacio natural por su riqueza faunística y vegetal.

Su origen es, al parecer celta, con restos de varias culturas prerromanas, destacando los vetones. durante el imperio romano el nombre de la ciudad era Caesarobriga. La ciudad pasó a denominarse posteriormente Aibura o Ebora. En el año 602 el rey Liuva II regala la estatua de la virgen del prado a la ciudad, convirtiendo la fiesta pagana de la diosa Ceres en la fiesta primaveral dedicada a la Virgen y denominada Mondas, fiesta denominada de interés nacional. Los musulmanes llegaron a Talavera en el año 712. Los musulmanes dotaron a esta ciudad con una muralla de la cual hoy en día se conservan restos que rodean el casco antiguo de la ciudad.  Se comenzó a afianzar la tradición alfarera principalmente por la población judía, que convivía con islámicos y cristianos. Tras la conquista de la ciudad en el siglo XI en 1083 por Alfonso IV, la ciudad pasaría a llamartse Talavayra. En la Baja Edad Media, el rey Sancho IV otorgó a Talavera el privilegio real de la organización de dos ferias agrícolas al año, lo que por aquel entonces era un grandísimo privilegio del que pocas localidades podían presumir, es lo que hoy ha derivado en las ferias de San Isidro en Mayo y de San Mateo Apóstol en septiembre.

Talavera ha ido creciendo y se convirtió en una ciudad de las más importantes de alfarería y cerámica, pudiendo encontrarse hoy en día con numerosos puestos que venden cerámica de Talavera. También en Segovia se puede ver la importancia que tuvo la cerámica talaverana en una pared que conserva el Alcázar.